Estoy frente a una piscina entre el caribe y el pacífico, San Jose Costa Rica, fumando un cigarrillo Inca que ha viajado desde Cusco para esfumarse y fumarse entre mis labios, encendido por los fósforos custodiados en una bonita cajita verde que me dio la chica que cuida el bar, y digo cuida porque no atiende a nadie, es linda y una vez más solo supe decir " tienes unos cerillos o encendedor que me prestes", "se puede fumar aquí" y "Gracias".
No se bien hacia donde vaya esto que escribo, para este entonces el primer cigarro ya se acaba y ella, o más bien los fósforos ya están lejos, el clima es delicioso, el aire apenas se inclina en mi piel, he viajado tanto y he pensado tan poco o quizá tanto sin siquiera saberlo, los días pasan y cada segundo estoy uno más cerca del final, no es que tenga una mirada pesimista o apresurada de la vida, solo trato de recordarlo para exprimir lo que se deje. Trato de forzar la inspiración dejando que la voz de mi musa mayor entre por mis oídos, mi respiración es lamisca que ayer con un aire nuevo, nunca es el mismo, hoy por la tarde me vi rodeado del aire más puro existente en la tierra, flotando en un pequeño teleférico en medio del Bosque lluvioso a 42 metros de altura acariciando con mis propias manos las copas de los árboles, con los ojos bien atentos buscando un oso perezoso o un ave colorida, oliendo cada una de las hojas que me pasaba trituradas el guía de la selva, al tocar el suelo mis pies temerosos de hormigas de un tamaño que podría parecer increíble solo podían olvidar esto cada que una mariposa de azules tornasolados cruzaba por mi cara, temo muchas veces que no logro legar al clímax de lo que vivo, puede ser la sed de más o el aburrimiento de lo nuevo, a veces siento que disfruto de más y me convierto en un niño de 12 años muerto de risa por recoger una mariposa muerta para colocarla en un árbol y fingir una muy graciosa foto, son las 9pm, hoy dibujé en el empañado vidrio de un autobús un letrero de ayuda y marcas de manos, y reí cuando un auto junto lo vio algo intrigado, hace unos días mi cara de extrañeza veía como una pierna de un roedor apenas asado entraba en mi boca mientras mis ojos veían su cabeza tostada en mi plato, solo quiero escribir para no olvidar o para darme el lujo de olvidar y en un futuro encontrar, qué más da, llegué a los 21 y no he muerto, ahora solo me quedan 11 meses o quizá 111, pensaré que es solo un día. Camino en un hotel fundado en 1911 húmedo y con Glorafin de Lisa Gerard de fondo, no se bien que siga a esta "historia".
( Glorafin: http://www.youtube.com/watch?v=ASrjx8MPjn0 )
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